"En un corazon que es uno con la Naturaleza, aunque el cuerpo luche no hay violencia,
en un corazon que no es uno con la naturaleza aunque el cuerpo este inmóvil, existe ya violencia."
De la serie de TV "Kung-fu"
Veo amanecer y la última estrella de la noche me saluda,
escribo en el blog, sed felices.
viernes, 29 de febrero de 2008
martes, 26 de febrero de 2008
Sin nombre
Despierto en mi cueva con vistas al mar, ja ja ja! Lao Tse me grita entre susurros desde la montaña:
"Al mirarlo no lo vemos
se llama Germen
Al escucharlo no lo oimos
se llama Sutil
Al palparlo no lo sentimos
su nombre es Pequeño
Es imposible separarlos
porque juntos forman Uno"*
Después tomo mi primera sesion de electroshock
*Tao te King. Version Richard Wilheim.
"Al mirarlo no lo vemos
se llama Germen
Al escucharlo no lo oimos
se llama Sutil
Al palparlo no lo sentimos
su nombre es Pequeño
Es imposible separarlos
porque juntos forman Uno"*
Después tomo mi primera sesion de electroshock
*Tao te King. Version Richard Wilheim.
lunes, 25 de febrero de 2008
wwoof! wwoof!
Refugiados en un tipi de la tormenta de verano, boom!
Cantando mantras: Gopala govinde- Gopala govinde, el humo me ciega los ojos mientras escucho al joven Tom diciéndome con su marcado acento polaco: "esperar algo es la mejor manera de sentirse decepcionado"Wwoof: world wide oportunities on organics farms, o lo que es lo mismo: trabajo voluntario en explotaciones agrícolas ecológicas a cambio de alojamiento, comida y aprendizaje. Otra forma de viajar y las opciones que tuve en la Irlanda rural y los espacios grandiosamente salvajes de Canadá. Todavía recuerdo las sabrosas comidas después de un duro día de trabajo, las conversaciones con mi pobre inglés mirando hipnotizado el fuego de la chimenea y el descubrimiento de fiestas, festivales y marchas solidarias en medio de espacios naturales idílicos.
Estos viajes me ofrecieron la oportunidad de colaborar en proyectos de bioconstrucción, fabricación de combustibles alternativos y de echar una mano en las tareas más diversas, como por ejemplo mover montones de estiércol. Las normas fueron el respeto a la buena convivencia y la reduccción de gastos innecesarios, lo cual facilitaba el trueque que es a fin de cuentas el wwoofing.
Una de las etapas de mi viaje por Canadá fue mi estancia en casa de Cris Czjakosky ( no se si he escrito bien su nombre) , una inglesa afincada en las montañas del norte de la Columbia Británica, cerca del monte Monarca, en una zona a dos días de camino de la pista forestal más cercana y bastante más de la primera población habitada. Donde el Grizzily campa a sus anchas y el águila de cabeza calva sobrevuela los interminables bosques de coníferas.
Estuve casi un mes haciendo caminos para los turistas que venían a alojarse en una de las cabañas de Cris, las jornadas eran agotadoras, desbrozando los caminos con la motosierra a la espalda, pero acababan en la cabaña de Cris degustando sus deliciosos platos junto a la chimenea y contándonos historias sobre nevadas y osos gigantescos...
domingo, 24 de febrero de 2008
Universo de yurtas
"Un viaje no tiene ni comienzo ni final" *
Este viaje pudo haber empezado hace unos cuantos años cuando vi por primera vez una yurta, allá en tierras irlandesas, o quizás se pierde en la noche de los tiempos cuando el hombre empezó a construir las primeras viviendas nómadas...
Un sueño: autoconstruccion, háztelo tu mismo.
Un viaje iniciático al Pirineo de los Cátaros en busca de conocimiento yurtero con una semidiosa, un trovador y Marley( sabio anciano perruno). Cigüeñas elevando sus gritos a las estaciones descontroladas, cumbres sin nombre y encuentro con la maga blanca de St Louis que nos desvela grandes secretos proclamados a los cuatro vientos.
Esta tomando forma la pequeña yurta de cuatro metros a través de intercambios, dudas, autoestopistas, marihuana y controles policiales... Universo de tipis, domos y yurtas habitados por jóvenes vagabundos del dharma bailando la danza de Shiva y alcanzando el extáxis en una noche llena de aullidos de lobos, gritos de lechuza y ronquidos de oso...
* Thich Nhat Hanh. Llamadme Por mis verdaderos nombres
Este viaje pudo haber empezado hace unos cuantos años cuando vi por primera vez una yurta, allá en tierras irlandesas, o quizás se pierde en la noche de los tiempos cuando el hombre empezó a construir las primeras viviendas nómadas...
Un sueño: autoconstruccion, háztelo tu mismo.
Un viaje iniciático al Pirineo de los Cátaros en busca de conocimiento yurtero con una semidiosa, un trovador y Marley( sabio anciano perruno). Cigüeñas elevando sus gritos a las estaciones descontroladas, cumbres sin nombre y encuentro con la maga blanca de St Louis que nos desvela grandes secretos proclamados a los cuatro vientos.
Esta tomando forma la pequeña yurta de cuatro metros a través de intercambios, dudas, autoestopistas, marihuana y controles policiales... Universo de tipis, domos y yurtas habitados por jóvenes vagabundos del dharma bailando la danza de Shiva y alcanzando el extáxis en una noche llena de aullidos de lobos, gritos de lechuza y ronquidos de oso...
* Thich Nhat Hanh. Llamadme Por mis verdaderos nombres
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